En plena naturaleza cántabra, a escasos kilómetros de Santillana del Mar, se esconde uno de los rincones más sorprendentes y poco conocidos del norte de España: el Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón. Un lugar mágico, con árboles gigantescos que parecen salidos de un cuento, y que invita al silencio, la contemplación y la conexión con la naturaleza.


Un poco de historia
Este bosque no es autóctono, pero sí completamente integrado en el paisaje cántabro. Fue plantado en los años 1940, durante el franquismo, como parte de un experimento forestal. Las secuoyas rojas (Sequoia sempervirens) fueron introducidas para evaluar su valor maderero, aunque nunca llegaron a explotarse comercialmente. Hoy en día, las más de 800 secuoyas que forman el bosque han crecido hasta alcanzar más de 40 metros de altura, creando un paisaje único en España.
En 2003, el bosque fue declarado Monumento Natural, protegiendo así su biodiversidad y valor ecológico.



Mantenimiento y conservación
A pesar de su espectacularidad, el Bosque de Secuoyas de Cantabria es un ecosistema delicado. Se mantiene gracias al trabajo de conservación que realizan diferentes entidades públicas y privadas. Las labores incluyen la limpieza de senderos, el control de especies invasoras y la preservación del suelo.
Pero el mayor mantenimiento lo hacemos entre todos: los visitantes. Es fundamental respetar las normas del bosque:
- No salirse de los caminos señalizados.
- No dejar basura ni restos de comida.
- No arrancar plantas ni dañar los árboles.
- Mantener el silencio para no alterar la fauna local.
Cada gesto cuenta. Mantener limpio y en buen estado este lugar es clave para que futuras generaciones puedan seguir disfrutándolo como lo hacemos hoy.
Cómo llegar y dónde aparcar
El bosque está ubicado en el Monte Cabezón, en el municipio de Cabezón de la Sal, a unos 10 minutos en coche de Santillana del Mar y 20 minutos de Comillas.
📍 Ubicación en Google Maps: Busca “Bosque de Secuoyas del Monte Cabezón”.
Pincha aquí: https://maps.app.goo.gl/KBLqkVtfjZpZXb3Z7
🅿️ Hay un pequeño aparcamiento gratuito a la entrada, justo al lado de la carretera CA-135. Desde allí, un sendero de apenas 5-10 minutos a pie te introduce de lleno en este paraje.
El acceso es fácil y apto para toda la familia, aunque no está completamente adaptado para sillas de ruedas.

¿Qué hacer después? Turismo por los alrededores
La visita al bosque no te tomará más de una hora, así que es perfecto para combinar con otros planes turísticos por la zona. Algunas recomendaciones:
- 🏰 Santillana del Mar: Uno de los pueblos más bonitos de España, con calles empedradas y arquitectura medieval.
- 🦴 Museo de Altamira: A pocos minutos, puedes descubrir las famosas cuevas con arte rupestre prehistórico.
- 🌊 Comillas: Hogar del impresionante Capricho de Gaudí, playas y paisajes costeros preciosos.
- 🐮 Ruta gastronómica por Cantabria: Quesos, sobaos, cocido montañés y productos locales de la zona.
En resumen
El Bosque de Secuoyas de Cantabria no solo es un lugar especial por su historia y belleza, sino por el simbolismo que representa: cómo la naturaleza, incluso plantada por el hombre, puede convertirse en patrimonio si sabemos cuidarla.
Visítalo con respeto, déjalo tal como lo encontraste, y ayuda a que este monumento natural siga siendo un regalo para todos. 🌲